jueves, 22 de marzo de 2012

N° 20 LOS FACTORES QUE DETERMINAN LA INTELIGENCIA

Howard Gardner es autor de varios libros, entre los que destacan Inteligencias Múltiples y Mentes Flexibles, su último texto. En el primero postula que existen al menos ocho tipos de habilidades, mientras que en el segundo sostiene que hay siete elementos que hacen a una persona dejar de lado sus prejuicios.

Noemí Miranda

Fecha edición: 08-01-2006

La medida estándar para decir que alguien es inteligente es evaluar su coeficiente intelectual (CI), esto es, su habilidad para hacer cálculos matemáticos y análisis verbales. Con suerte, en algunos casos, un test de este tipo incluirá una que otra pregunta de ingenio. Sin embargo, a principios de los 80, un sicólogo estadounidense fundaba una nueva línea de comprensión del concepto de inteligencia, al afirmar que el CI no daba cuenta del verdadero potencial creativo de una persona.

Se trataba de Howard Gardner, académico de la U. de Harvard, autor del libro Inteligencias Múltiples y del reciente Mentes Flexibles (Ed. Planeta), en el que postula que es posible lograr que una persona cambie de opinión o deje de lado arraigados prejuicios. Gardner explicó a La Tercera los principales factores que intervienen en el desarrollo de la inteligencia y los elementos que intervienen en u cambio de opinión.

Potenciando habilidades

Sobre la manifestación de un coeficiente intelectual más elevado, se ha dicho que los genes tienen mucho que decir. Se sabe, por ejemplo, que los hijos tendrán similares niveles de CI que sus padres, y que los gemelos idénticos están más cerca entre sí en una medición que con sus otros hermanos.

Ahora, la media general bordea los 100 puntos de CI, promedio que -según Gardner- ha subido en 15 puntos en los últimos 50 años: "Esto no se puede deber a factores genéticos. Algunos investigadores argumentan que se debe a una mejor nutrición o a una mejor influencia del ambiente escolar. Yo creo que esta impresionante mejora se debe a la mayor asistencia al colegio y a la familiarización de los niños con las tareas que allí se solicitan", sostiene Gardner.

En cuanto a los otros tipos de inteligencia, el sistema escolar -que considera eminentemente las capacidades lógicas y lingüísticas- no tiende a potenciar su desarrollo, como sucede con las aptitudes musicales, interpersonales o de contacto con la naturaleza, afirma el sicólogo. "Por tanto, la tarea de fortalecerlas recae en los padres, en los medios de comunicación e, incluso, en la sociedad. Si los adultos o la escuela fracasan en el potenciamiento de estas inteligencias, estas sólo se manifestarán en un nivel medio".

La idea final del investigador es que los sistemas educacionales no sólo se flexibilicen para dar cabida al desarrollo de estas otras habilidades -tanto o más importantes que el CI-, sino que también aborden la tarea desde una perspectiva personalizada, es decir, considerando el potencial de cada niño. Su aporte a las reformas educacionales en Estados Unidos ha sido uno de los más importante y ahora plantea que es posible llevar estos conceptos a un campo distinto: el de la empresa.

Las ocho habilidades según Howard Gardner

A principios de los 80, el sicólogo de la U. de Harvard revolucionaba al mundo académico al plantear la existencia de otros tipos de inteligencia. Primero fueron siete a las que luego, a mediados de los 90, sumó una más:

La lingüística verbal: No son sólo niños que aprenden a leer temprano o escriben correctamente. Disfrutan escribiendo, leyendo, narrando historias o, incluso, resolviendo crucigramas en donde ponen en juego su riqueza de vocabulario.

La lógica matemática: Esta no se manifiesta sólo en una buena capacidad de cálculo, sino que son niños que se interesan o descubren los patrones matemáticos ocultos en la naturaleza. Gustan de clasificar en categorías y descubrir las relaciones (causales, por ejemplo) entre las cosas. Se sienten atraídos por cálculos aritméticos, juegos de estrategia y experimentos.

Cuerpo y kinestesia: Sus procesos de conocimiento del mundo se dan a través del cuerpo, al que usan como una forma de conectarse con el entorno. Por ejemplo, son deportistas y atletas, bailarines o pequeños con habilidades manuales, como el bordado o la carpintería.

Espacial: Estos pequeños piensan en imágenes, dibujos, escenas y fotografías. Suelen sentirse interesados en puzzles que usan imágenes -como el Memorice- y pasan su tiempo libre dibujando, construyendo cosas con piezas de lego o, simplemente, dejando vagar su imaginación en los llamados "sueños despiertos".

Musical: Si tiene un hijo que pasa todo el día cantando, escuchando música o que lleva el compás de cada ritmo que escucha con sus manos o pies, se trata de un menor con habilidades musicales. Usualmente se percatan de sonidos que otros no escuchan y son oyentes muy críticos.

Interpersonal: Se trata de menores que se convierten en forma espontánea en líderes entre sus pares, que son buenos comunicadores y que parecen entender lo que los demás sienten y cuáles son sus motivaciones.

Intrapersonal: Aunque este niño pueda parecer tímido, está muy consciente de lo que ella o él mismo sienten y suele descubrir en sí mismo las razones que necesita para motivarse por algo.

Naturalista: Se refiere al contacto que hacen los niños con el medio ambiente y a la capacidad de ver las relaciones entre las distintas especies en la naturaleza. Son amantes de los animales y tienen un fuerte interés en los fenómenos naturales.

El arte tras un cambio de opinión

Los trabajos de Howard Gardner sobre inteligencia conllevan la noción de flexibilidad: un niño puede mejorar sus capacidades y convertirse en un mejor deportista, líder de grupo o músico. Esta idea de que ciertos atributos que se consideran básicos sí pueden cambiar es el eje del último libro del experto: Mentes Flexibles.

En el marco de su visita a Chile, La Tercera consultó al experto su visión sobre el CI y cómo es posible que ocurra un cambio de visión:

¿Por qué considera que las inteligencias múltiples son más importantes que el CI?

La respuesta científica es que las inteligencias múltiples nos dan una visión más completa del conocimiento humano que el CI, que se restringe sólo a habilidades de lógica y lenguaje. Pero, además, los seres humanos se sienten más completos cuando pueden desarrollar una variedad de capacidades, especialmente aquellas en las que puedan mostrar talento. Así tienes personas no sólo más productivas y agradecidas, sino más desinteresadas y menos egoístas.

En su último libro aborda el tema de la flexibilidad, planteando que es posible hacer cambiar a alguien de opinión: ¿es posible con todos?

Es difícil cambiar las ideas o "la mente" de otros, especialmente de los adultos y particularmente cuando están fuertemente comprometidos con un punto de vista. Yo llamo a estas personas "fundamentalistas".

Pero en los demás este cambio sí puede ocurrir?

En los intelectuales e investigadores, el cambio depende del análisis y la investigación (nuevos datos, encuestas o estadísticas). En los profesores, la modificación de una idea ocurre cuando se logra redefinir algo, como un concepto o una disciplina. Incluso, las personas muy porfiadas pueden cambiar ante eventos de la vida real. Las recompensas y los castigos también suelen ser usados para alterar algunas conductas, pero -por lo general- no se trata de cambios de fondo. Otra forma en que ocurre el cambio es cuando el que intenta influenciar a una persona entra en sintonía con ella y empatizan. El principal factor en contra del cambio es la resistencia.

2 comentarios:

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  2. hola queridos participantes, Bienvenidos a este espacio para compartir saberes

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